En 1982, en el marco del conflicto armado interno y previamente a la construcción de la presa de Chixoy, tal vez el complejo hidroeléctrico más importante de Guatemala, los militares guatemaltecos masacraron a más de 440 miembros de la comunidad maya Achí de Rio Negro, quienes se habían negado a ser desalojados de sus pueblos originarios. A lo largo del rio 32 pueblos mayas sufrieron desplazamiento forzoso total o parcial con lujo de violencia por la misma razón. El proyecto Rio Negro son fotografías reiterativas de un mismo sitio, que desde el género del paisaje, elemento constitutivo de la identidad nacional en Guatemala, plantean la memoria como campo vivo en la actualidad de ese país.